LA VIDA DE UN ACORDEON
El acordeón es un conjunto de ensamblaje de distintos materiales. El tipo de material utilizado en cada modelo depende de la elección del constructor y de los usos de la época en que ha sido fabricado el instrumento.
Un instrumento de calidad tendrá una vida total de unos 200 años, teniendo en cuenta que necesitará unos cuidados específicos en las distintas épocas de su vida.
1. LA FABRICACION
El acordeón es un instrumento complicado en su construcción dado que se utilizan un gran número de materiales:
Por un lado los productos naturales:
- de origen animal (pieles, algunas colas especiales...),
- de origen vegetal (maderas, ceras, fieltros, cartones, telas...) y
- de origen mineral (metales, aleaciones diversas...)
Por otro lado se utilizan distintos materiales artificiales, fruto de la química industrial y la mezcla de productos naturales tratados artificialmente (celuloide, plásticos, fibras...)
Para la realización de cada instrumento es necesario fabricar, ensamblar y ajustar entre 1200 y 6000 piezas distintas dependiendo de cada modelo. Por su especial naturaleza de instrumento musical portátil, la elección de los materiales está limitado por diversos factores:
- Las exigencias del músico en cuanto a la calidad del sonido.
- El tamaño del instrumento y el peso como factores determinantes
- El precio de venta que limita su comercialización
Es, por tanto el fabricante quien decide la elección de los distintos materiales que componen cada modelo, así como el sistema de fabricación, los ajustes y reglajes necesarios para el acabado de los distintos instrumentos. Esta selección es fruto de la experiencia de cada artesano y ha dado como resultado una mejora de la calidad y un equilibrio entre la fabricación y las exigencias del mercado.
A pesar que el instrumento es aún “joven” (su creación data de 1829) ha evolucionado con rapidez y al mismo tiempo los fabricantes han ido adquiriendo unos conocimientos técnicos, que les permiten realizar progresivamente una mejora en sus productos teniendo en cuenta las necesidades de los acordeonistas.
Por supuesto, este proceso aún no ha terminado y está abierto a nuevas ideas, tendencias musicales, y posibles modificaciones...
2. LA COMPRA. ELECCION DEL ACORDEON
El instrumento, nuevo o usado, puede ser comprado a un particular, a una tienda de instrumentos musicales, a una casa que vende su(s) marca(s) de acordeones o a un técnico en afinación y reparación de acordeones independiente.
El comprador debe mostrar un especial interés por lo que cada vendedor puede ofrecerle:
- Aconsejarle por el modelo más adecuado para su caso; es importante saber si el vendedor es acordeonista.
- Establecer un certificado escrito y firmado, detallando la calidad real de las voces, estado de la afinación y de cada parte del instrumento, si el vendedor es un técnico competente.
- Garantizar un servicio post-venta en un taller propio
- Especificar las condiciones particulares y la duración de la garantía
- Certificar las posibles modificaciones o futuras puestas a punto.
La pregunta más habitual entre la mayoría de los acordeonistas es:
“¿Cuál es la mejor marca de acordeón?”
Difícil respuesta: puesto que depende del uso que se quiere hacer de él y de la relación calidad-precio. Cada constructor tiene sus particularidades y los sistemas de comercialización son múltiples.
Es muy importante no confundir constructor y marca. Algunos constructores comercializan sus instrumentos exclusivamente bajo su propia marca. Otros comercializan sus propios instrumentos pero venden además con su misma marca algunos modelos realizados por otros fabricantes. Finalmente hay un tercer grupo de constructores que realizan sus instrumentos para otras marcas distintas a la suya.
En lo que se refiere a la garantía, hay que tener en cuenta que una pieza sometida a desgaste normal o defectuosa a causa de un accidente o trato inadecuado, no puede garantizarse. Sin embargo cualquier deficiencia debida a un vicio de construcción debería de ser garantizada durante largo tiempo. El problema reside en la definición de vicio de construcción y en la duración de la garantía. Durante un uso normal, una pieza puede mantenerse en perfecto estado desde 10 hasta 100 años, dependiendo del tipo de pieza y los materiales de los que esté compuesta. El constructor está obligado a montar elementos capaces de soportar un gran número de años. Para ello, es muy importante que el vendedor mantenga una posición clara en cuanto a la calidad del producto que desea adquirir para la venta y presione al fabricante en este sentido.
3. EL ACORDEON NUEVO
A la salida del taller del constructor, el acordeón está en condiciones normales de uso. El principal inconveniente reside en que la mayoría de las piezas que forman el conjunto no son estáticas y no les afecta el cambio de lugar y el paso del tiempo de la misma forma, ya que cada material es totalmente distinto. Las maderas tienen un lento proceso de secado y estabilización, las pieles envejecen según el grado de humedad a que estén sometidas, los conjuntos metálicos también sufren las inclemencias del paso del tiempo. Por ello necesitan un período de tiempo para estabilizarse de forma definitiva.
El acordeón nuevo necesita a menudo intervenciones. Una pieza de madera mal colada, puede soltarse, la punta de un muelle mal cortado puede frenar el movimiento de un mecanismo, toda una fila de botones pueden tener un mal funcionamiento a causa de un ajuste superficial, las pieles de las voces pueden ser dobladas entre los pliegues del fuelle o entre ellas, pueden descolarse por el uso de adhesivos no compatibles con el material, la afinación de origen puede cambiar y no ser estable por diversos motivos... etc.
A pesar de la experiencia y del control realizado por el fabricante, no puede evitarse que se produzcan pequeños inconvenientes, que no se detectan hasta después del transporte y la utilización del instrumento durante algún tiempo.
Una vez corregidos los posibles problemas producidos por el transporte desde su lugar de origen y realizado un control de calidad, el acordeón queda listo para su utilización. Si el instrumento ha estado almacenado antes de la venta, será necesaria una puesta a punto, antes de la entrega al cliente.
La apreciación de la calidad de una marca o de un modelo de acordeón se realiza a menudo sin tener en cuenta más que su afinación “vibrato”, cuando en realidad esta vibración es ajustable y modificable a gusto del consumidor después de una afinación realizada por un especialista.
Una vez elegido y adquirido el instrumento más conveniente es muy importante tener en cuenta que el acordeón nuevo debe tocarse con extrema suavidad, realizando un “rodaje”, es decir sin realizar un exceso de presión en el fuelle durante el primer mes, controlando los matices desde un “piano” a un “mezzo-forte”. A partir del primer mes se puede comenzar a realizar mayor presión. Con ello se consigue una mayor estabilización de las voces.
4. USO Y ENVEJECIMIENTO DEL ACORDEON
Con esta revisión inicial antes de la venta, el instrumento está listo para la mayor parte de los acordeonistas. Los músicos de alto nivel exigen reglajes más precisos, sobre todo en lo que se refiere al sonido. Es necesario intervenir en la elevación de las lengüetas, eliminar ruidos de badanas de piel en los chasis, y proceder a una afinación personalizada de alta precisión.
El ensamblaje de la lámina de acero, el chasis de aluminio y el remache en hierro dulce, necesitan sus años para estabilizarse. Cada limado o rascado de la lengüeta tarda un cierto tiempo en “cicatrizar”, variable en función de la importancia de dicha intervención. La afinación de alta precisión no debe hacerse hasta los tres primeros años con unas revisiones y retoques cada seis meses. Una vez realizada esta afinación principal de los tres años el instrumento está casi estabilizado hasta que las deformaciones debidas al envejecimiento de las badanas de piel comienzan a perturbar el sonido con sus vibraciones parasitarias.
Un acordeón de calidad, revisado y retocado anualmente por un reparador-afinador competente, puede ofrecer excelentes servicios durante más de treinta años. Los acordeones de los años 60/70 funcionan tan bien como los nuevos si han sido periódicamente revisados y su sonido está totalmente estabilizado.
El acordeón que no ha sido convenientemente revisado debe ser completamente restaurado a los 15/20 años. Los fieltros y las pieles de las válvulas suelen morir a partir de esta edad. Su puesta a punto exige un reajuste de los mecanismos. Las pieles de los chasis se acartonan y deben ser cambiadas, la cera de fijación de las lengüetas se endurece y necesita un desmontaje-montaje con cera nueva, una limpieza y reglaje de las voces y una afinación completa de la música.
Debido a la falta de información que ha existido por parte de los vendedores y a la escasez de servicio técnico competente, un gran número de instrumentos están en un estado realmente lamentable y necesitan este trabajo de restauración.
Si sigue los consejos de un especialista conseguirá que su acordeón funcione perfectamente durante sus primeros 50 años. A partir de esta edad es conveniente cambiar el fuelle y las juntas para conseguir una perfecta estanqueidad del instrumento.
Si su acordeón es de calidad seguirá funcionando durante varias generaciones más, una vez realizadas las intervenciones necesarias.
ARNOLD WEIRIG / JOSE MARIA LOPEZ